El Cuento Aymara
De un tiemo a esta parte, hasta la actualidad se ha hablado timidimante sobre la importancia del cuento aymara, luego de haber desperdiciado desde el inicio de una educación oficial impartida en nuestro país aproximadamente por más de docientos años tanta literartura cargada de riquisimo y extraordinario contenido. Ahora que se habla de una educación intercultural, poco o casi nada se viene haciendo por su recuperación por el simple hecho que su condición sigue siendo la misma, relegada y arrimada en el rincón de la indiferencia, imponiedonos temas lejanos a nuestra realidad, planteadas desde cómodos escritorios sin el mayor criterio de su utilidad para nuestro medio, sin valorar la inmensa riqueza social y cultural del que somos herederos que ayudarían sustancialmente en el proceso educativo de nuestro medio.
Por su intenso sentimiento y mensaje consideramos que a través de esta literatura agrafa como muchos la llaman, podríamos decifrar su entorno social y su pletorico desarrollo psicologico, conocer la vida intima y social del poblador rural porque nos proponen conocimientos cientificos, sociales, religiosos culturales etc.
El maestro juleño Hector Estrada Serrano tiene mucha razón cuando propone: (...) La juventud Sud-peruana, debe debe volver los ojos al pasado, no para confundirse con ellos que vegetan orgullosos de su historia, sino para arrancarle a este pasado todo lo que sea util a fin de explicarnos el por qué de los fenomenos actuales, ya que el presente es inconcebible sin el pasado. Pero esta será una labor conjunta como lo tenemos dicho, de intelectuales, estudiantes y campesinos quechua-aymaras, para así constituirnos en los abanderados de la raza autóctona, esto es, en los verdadros Neo Indios de Uriel García. Los serranos dedebemos tener muy presente que esta cruzada tremenda no puede ser encarada con decisión y valentía por aquellos que se averguenzan del nauseabundo olor a indio, sino, por los nuevos indios que ya se perfilan para la lucha, por la redención del campesino peruano. De aquí, que, la misión de las generaciones que se levantan en el Ande ha de ser belicosai árdua en el futuro. Entonces podremos afirmar con Luís Valcárcel: “La cultura bajará de los Andes e irradiara por el continente” (...). (las negritas son nuestras)
(...) la intelectualidad y la juventud estudiosa del Sur del Perú, hoy más que nunca, debe abandonar su indiferencia ante los problemas de nuestra realidad nacional i abrigar la esperanza, de que en un devenir no lejano, se ha de hacer una tangible realidad la formación de la sociología aborigen i el conocimiento de de la riqueza folklórica nacional (...).
En este mismo texto mostrando su acuerdo con el Dr. Julio M. Delgado nos transmite: (...) “Solamente descendiendo a los detalles de la vida indigena, se pordrá estudiar el fenómeno social peruano, toda vez que, no hay Psicología aplicada al aborigen. En esos detalles se desarrolla pletórica la psicología del indio, sin las coberturas del del disimulo i la mentira cosa congenita cuando el indio habla con el blanco o mestizo. Conociendo la vida privada i social del indio, pueden proponerse medios para la interpretación científica de la dinámica social. De lo contrario, toda labor será verbalista” (...) . (Cuentos, Leyendas, tradiciones aymaras – Héctor Estrada Serrano – 1976)
(...) El pueblo aymara como cualquier otra cultura en el mundo, a través de los siglos ha acumulado una gran fuente de conocimientos tanto prácticos com intelectuales, profanos y sagrados, los cuales son la base para la conducta individual y colectiva dentro de esta sociedad (...).
(...) Los aymaras no son meros preservadores o repetidores de las tradiciones de sus antepasados: al mismo tiempo que dan valor a lo ancestral también lo reinterpretan y los transforman o reformulan en el contexto de la vida presente. Por tanto, existen cuentos, leyendas y proverbios de origen moderno que forman parte de de la sabiduría popular aymara. Debido a que estos cuentos contienen las categorías básicas e ideológicas del pueblo aymara se podrían denominar “la literatura sapiensal aymara”, pues esta categorías ideológicas ayudan mantener continuidad y operatividad de la manera de pensary vivir de los aymaras a través de los siglos hasta el día de hoy (...). (Domingo Llanque Chana – La Cultura Aymara)
Sobre el tema el maestro rural acoreño Julio Samuel Miranda Flores es más enfatico cuando nos revela que: (...) Ese modo de consevir la vida se vigoriza con la presencia de un rico venero de tradiciones, cuentos fabulas etc., los que van recibiendo la influencia de la escuela en primer lugar, luego las concitaciones múltiples del complejoproceso de sculturización. Por un lado, perviven aunque perdiendo, posiblemente, mucho de su originalidad y su funcionalidad en el proceso de la educación asistemática; y, por otro, tienden a desaparecer como resultado de la poderosa acción externa de los modelos culturales urbanos (...).
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